lunes, 25 de mayo de 2009

Lo internacional de la farándula internacional

Leiden, otra ciudad perdida en la falible memoria de dios, aún en mayo de 2009. Sede de la más antigua universidad holandesa (como siempre anuncian oficialmente, a ver qué desprevenido confunde edad con sabiduría), hoy escenario de una visita de Estado. Por vueltas y azares termino sentado en un gran salón, sofocado por la humedad y la temperatura relativamente alta, encorbatado como desde la oficina no andaba. A mi lado, una pareja de amigos chilenos, el D. y la C. Al otro lado, una holandesa amante de Bolivia, E. El motivo: la Bachelet viene a firmar unos memorandos de entendimiento para intercambios educativos.

Esta vez todo estaba un poco más preparado. Yo ya sabía que quizás tendría que hacerle una pregunta, mi compañera y amiga Ch. estaba lista para darle unas flores... a la mismísima Bea, reina de los Países Bajos, descendiente de una larga lista de monarcas. Sentado en una banca, pasaba el tiempo lentamente mientras ingresaban a cuentagotas otros lagartos, chilenos de variada especie, miembros de la prensa y demás fauna propia de estos eventos. Adelante había unas cincuenta sillas desocupadas, reservadas para los invitados realmente importantes, no para chismosos y lagartos. O estudiantes de posgrado en busca de figuración.

Vinieron luego los esperados discursos del Rector Magnificus de la U (La C. decía que para saber si es magnífico habría que preguntarle a la esposa. Claro, ella es la esposa del D., así que sabe de lo que habla), del ministro de educación de los Países Bajos y de la Bachelet. Mucha defensa de la socialdemocracia (¿"maestro"?), muchas cifras y visiones bienpensantes de América Latina y los objetivos del Milenio, un inglés aceptable aunque haya tenido que pedir ayuda para decir remesas. Luego, lo terrorífico: preguntas del público. He de aceptar que tragué saliva más de una vez y me hice el pendejo al principio, pero al final levanté la mano, fui elegido y balbucié algo. Pido disculpas por la lagarteada y por lo zonzo de la pregunta, pero lo hice.

Cuando pensaba que ya había pasado lo peor y salía, por fin, del sofocante salón, pasó lo inesperado. Una señal, una puerta que se nos abría a la C. el D. y este lagarto y "vengan, los estudiantes chilenos" a saluda a la presidente (o presidenta). Así que acá me tienen, saludando a la Bachelet, después de que el D. le hubiera dado un abrazo que ni a su mamá el día del grado. La C. se tomó foto con Máxima, yo saludé a la reina y, mientras E. la conversaba, intentaba seguir una conversación en el ininteligible neerlandés. Eso si, con una sonrisa y tratando de pescar cuanto canapé pasaba por nuestro lado.

Hace unos días decía que afuera se conoce gente de la farándula colombiana. Corrijo: en los Países Bajos se conoce farándula internacional, incluyendo ocasionalmente la de eso que Juanes llamaba "la tierra en que naciste" (y decía que la tenías que amar. Sin comentarios). Supongo que se debe a lo pequeño del país y lo apretados que viven, o quizás a que tiene una reina que, por lo visto, ni da discursos ni dice cosas inteligentes (hablaba de que el español de España lo entiende, pero sólo si lo hablan lento, y de que sus hijos hablan en español delante de ella cuando no quiere que se entere de lo que dicen. Cualquier madre de clase media con hijos que mastiquen inglés la entiende). Lo que me intriga es qué más me tendrá deparado el destino. Mañana salgo para Béligca y espero conocer, no sé, a... al rey o a... bueno, a esas celebridades belgas que ni nombro de lo famosas que son.

sábado, 23 de mayo de 2009

Ciencia política a la colombiana

Nos crearon un nuevo modelo de estado, supuestamente superior al Estado de Derecho. Nos lo creó Uribe. Y sí, no dudo que así vive él - y viven los que creen que él es un mesías.

Yo sólo digo que no es nuevo: es más viejo que Mussolini. Pobre la siempre pobre "politicología"

martes, 19 de mayo de 2009

Yo y la bicicleta



Sí, aprendí a montar bicicleta a los 29 años. Antes sabía sin saberlo, pero acá fue obligatorio. Aproveché que las circunstancias me forzaban y que nadie miraba. Me prestaron una bicicleta una noche de domingo, tarde, apra volver al centro desde la casa de unos amigos. P. me acompañó unos 200 metros y luego siguuió su camino. Me tardó como 45 minutos andar un par de kilómetros, pero llegué vivo. (Por eso el poster: We can do it)

Compré esa bicicleta, mi bicicleta. No es una stadfiets, una bicicleta urbana de las que suelen usar acá. Es una bicicleta de montaña a la que solo medio le sirven los cambios. La ventaja es que me costó muy poco y que acá tienen poco emrcado, así que normalmente no se las roban. Es una bicicleta normalita, que me sirve perfecto, aunque cuando salgo con C. siempre me deja sin aliento, porque mi bicicleta de monataña exige pedalear más apra andar lo mismo. Así que C. va tranquila y yo voy con el corazón en la lengua. Pero bueno, mi estado físico debe mejorar algo con eso, opino yo.

Luego duré un par de semanas saliendo por las noches. Primero unos 200 metros, luego vueltas más alrgas, a calles un poco más grandes. Me atreví a salir un día, fui a la Universidad... y ya está. Nunca seré el mejor pero puedo andar con una mano suelta sin problemas.

Paseamos toda una tarde con C. por campos llenos de tulipanes. En bici. Y sobreviví.

Soy uno más. Qué bien se siente, a veces, integrarse. Por lo menos en parte.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Lo criollo de la farándula criolla

Utrecht, ciudad perdida en la falible memoria de dios, en mayo de 2009. Festival latinoamericano de cine, porque somos más impeortantes de lo que creemos. Una noche con varios amigos. A lo lejos una silueta familiar: Óscar Borda (¿será con tilde? le tengo que preguntar), actor colombiano, celebridad local. La farándula criolla.

M. decidió ir a tomarse una foto con él o quizás a pedirle un autógrafo. Luego algún otro, creo que R., decidió preguntarle si quería una cerveza. Luego él, el mismísmo Óscar Borda, Ignacio Solaz en Azúcar, XXX en Café (famosa hasta en la República Checa), el sargento algo en Hombres de Honor, Rocky Paris en Perro Amor, Eusebio Benítez en Perro come Perro y uno de los incluídos en la primera edición de "los más bellos" de Tv y Novelas junto con otros personajes como Xiomy, Aura Crtisina Geithner y David Guerrero (¿quién?); él, repito, nos dijo que nos sentáramos. Una cosa llevó a la otra y, al final, depsués de otras tantas cervezas y varios bailes que M. nunca olvidará, terminamos en la foto de rigor.

Ni creer que somos los únicos (no es plural mayestático a lo José Obdulio, me refiero a mis compañeros de encuentro) que tenemos fotos al azar con Óscar Borda (bueno, esta no sé si sea tan al azar) ni que nadie lo pueda conseguir en el ahora omnipresente facebook. Lo que me sorprendió fue la facilidad para conocer a un miembro de alrga data de la farándula criolla, así, como si nada, en la calle. No porque el tipos ea mala clase en Colombia, sino porque acá, donde nadie lo conoce, todos somos amigos más fácil.

El punto es que al vivir afuera se conocen personas (y lugares, ideas, emociones, canciones...) de Colombia que estando allá son más difíciles de ver. Afuera no es tan afuera como uno creería, adentro es estar adentro de más cosas de lo que uno cree. Total, si quieren conocer a Osquitar no es sino que me pregunten: ahora somos amigos.

jueves, 7 de mayo de 2009

Carnavales y católicos

Los que me conocen saben que hago preguntas molestas, de niño de tres años. Desde que llegué acá me inquieta una ¿Por qué no todos los que hablan holandés/flamenco forman parte del Reino de los Países Bajos? ¿Por qué los flamencos están con los Walones en eso que llaman, por ahora, Bélgica? Supongo que es pura ignorancia, pero ni idea.

Me dieron una primera respuesta: los belgas (walones o flamencos) son católicos y los holandeses son una de las naciones más protestantes que existen. Son calvinistas, trabajadores, comerciantes, descreídos. Liberales hasta legalizar la marihuana, luchar por décadas contra los católicos españoles e indepedientes desde hace siglos. Así que, ya en el siglo XIX, era apenas natural que no les funcionara la convivencia con la gente más católica de Amberes, de Gante, de Brujas. Buen argumento.

Hasta que llega febrero y me dicen que hay carnavales ¿Carnavales? Sí, pero en el sur, que es católico. Poruq, claro, el catolicismo no deja a los sacerdotes tener familias pero sí permite que, por unos días, la lujuria y el desenfreno se apoderen de todos. Así que nada, hubo que ir al caarnaval en el sur, a ver y conocer. Mucho disfraz y mucho frío, cerveza y poco sabor. La idea de que carnaval es el de Barranquilla (o el de Río, o el de Riosucio, por solo mencionar algunos) está tatuada, y acá son borrachos insípidos. Holandeses, mejor dicho.

Pero, para mi débil salud mental, eso no es lo grave: si hay holandeses católicos ¿quién me explica lo de los Países Bajos y los flamencos belgas?

miércoles, 6 de mayo de 2009

Uribe visto desde acá

No quería escribir de política, pero no puedo dejar de recomendar este extracto de una entrevista de BBC a Uribe. Habla por si sola

viernes, 1 de mayo de 2009

Día de la Reina


Los holandeses son gente rara: el día del trabajo trabajan, pero el día anterior tiene su fiesta nacional. Que no es ni la celebración de la independencia de los Habsuburgo españoles ni de la victoria en la Copa de Europa en 1988, sino el cumpleaños de la Riena. para más confusión, los que promovieron la celebración fueron los liberales a finales del siglo XIX, tratando de promover la "unión nacional". Lindo caso para historiadores: liberales nacionalistas monárquicos.

Total que ayer fue el Día de la Reina. Pero como los holandeses son eso, holandeses (aunque en realidad son neerlandeses, pero eso es otro tema), el Día de la Reina hay fiesta y comercio. Sin comercio no son ellos. El gran regalo de la reina ese día es no cobrar impuestos a las ventas, por lo que vender en als calles es libre. La gente sale y vende lo que se le ocurre, desde trastos viejos hasta electrodomésticos chinos, como si fuera un sanandresito. Porque eso es lo que más les gusta a los holandeses: ganar plata y tomar cerveza al tiempo. Todo un Olimpo en un país en el que las montañas no pasan de 400 metros de altura.

Y, además, la gente sale vestida de naranja, el color de la casa real holandesa y con algunos detalles alusivos a la reina. Hay fiestas gratis en muchos lugares (ayer nos tocó ver a DJ Tiësto, que es bastante flojo a mi parecer - es un verdadero tiesto) y desde la noche de antes, a la que le dicen noche de la reina, la fiesta se toma el país. Y ellos se toman la cerveza - recordando a Mocuks, acá todos toman. Bueno, excepto el personaje oscuro que ayer intentó atacar el bus de la reina en Appeldoorn, el lugar al que iba a saludar a sus súbditos este año, y que terminó matando a cinco personas e hiriendo a otras doce o así. Locos hay en todas partes, tomen o no tomen.

Bueno, así que fui con C., con C.E. que vino desde Utrecht a vivir estas fiestas, con J. e I., con R... con todos los amigos que querían participar. Y la gozamos vestidos de naranja, tomando cerveza en las calles, haciendo poses ridículas para fotos que nadie va a publicar - excepto esta que me atrevo a publicar yo solito. La gente caminaba de un lado a otro, paseaba en barquitos por los canales de Amsterdam, se movía con sus torpeza característica al ritmo de esa nueva música popular holandesa: la de DJ Tiësto y su corte de amiguqetes flojos apra bailar, como Pual van Dijk y Armin van Buuren.

Hoy cnasancio, dejadez y felicidad dpor haber vivido el Día de la Reina y por no volverlo a vivir.