domingo, 2 de agosto de 2009

P.

Los más importante de P. es su risa: mostrando unos dientes grandes y francos, deja salir el aire en pequeños copos, mostrando una ronquera seductora. Con el mismo desenvolcimiento con el que ríe muestra sus redondeces, amistosa y desentendida.

Ha tenido menos amores de los que merece, pero han sido intensos hasta el punto de aparecer siempre como permanentes. Creo que cuando ama no sólo ama sino que recrea una nueva vida, con su mitología, su lenguaje sumergido, mudos vasos comunicantes con otros amores. Yo nunca fui uno de ellos, aunque hace muchos años quise serlo.

P. tiene un puñado de amigos que no se desprenden, que intercambian amores, odios y recuerdos como si fueran espinas de un mismo cactus. Ella ocupa su espacio, orgullosa y tranquila, dispuesta siempre a recordar con su risa que algún día aprendió a guardar secretos.

Es generosa, de esa generosidad callada que no grita para hacer regalos ni se oculta cuando recibe una lisonja. Prefiere disfrutar sin concesiones, como si no existiera generosidad porque todo y nada es de todos y de nadie. Toma aguardiente sin cerrar los ojos mientras busca otros motivos para soltar su risa o, quizás, para evitarla.

Hace años no veo a P. y creo que es el tiempo más largo en un carto de siglo sin verla. Sé de ella y sé, sobre todo, que pronto nos veremos y que cuando así sea me regalará, una vez más, un baño de risa. No en vano se mereció la primera semblanza.

domingo, 12 de julio de 2009

El verano

Julio es el verano. Es el mes de las vacaciones, las sandalias en la calle, los ombligos al aire. Sentarse en una terraza a tomar cerveza, hacer picnic en un bosque, ir al lago a nadar. Por fin se puede vivir con la calefación apagada y las ventanas abiertas, y los temores de una gripa que te deja una semana en cama desaparecen. Vuelvo a la vida.

Bueno, a menos que tengamos en cuenta que C. duró cinco días sin salir de la casa, dos de ellos sin que le saliera voz (Una gripa agridulce para mí). Que recordemos que las idas a la playa fueron una sola, y las del lago otra. Que la temperatura nada que llega a los 30, y en cambio suele no llegar a las 20. Que por lo largo del día a veces hay que salir corriendo a las 8.30 de la "noche" a buscar alguna tienda abierta. Que la lluvia es visitante usual de estos pagos. Que cuando tengo que trabajar hace sol y la gente canta y baila en las calles, y cuando salgo llueve y solo hay bicicletas herrumbosas en las aceras. Que hay más mosquitos que en El Espinal y venden menos repelente que en Pailitas, Cesar. Que todos los holandeses son más sagaces y nacieron prevenidos y huyen de la sonriente invasión de la soledad. Que unos amigos ya se fueron y otros no han llegado aún. Que C. está que mata por irse a un verdadero verano y, como si yo fuera el culpable, se venga dejándome en un largo verano. Y así.

Maldito sea el verano en estas latitudes.

martes, 30 de junio de 2009

Los coffeshops

Más de un desprevenido habrá entrado sin querer, sin saber a qué se enfrentaba. Seguramente más de uno ha sido un férreo opositor del uso de drogas, un puritano. Yo creo que es un chiste de estos holandeses, eso de ponerle el nombre de coffeeshops a los lugares donde se vende, legalmente, cannabis sativa (marihuana y hachís). Se vende y se puede fumar, claro está. Yo sé que el tema es famoso, pero con ese nombre, seguro algún despistado habrá caído en la broma. "Una café, por favor... oye ¿qué es ese olor dulzón'". Pero es que no es solo el nombre el que despista; muchos de ellos no son antros oscuros y llenos de drogadictos como se imaginan algunos, sino limpios y bien decorados lugares.

Yo, por ejemplo, llevo varios meses acá, y el primer coffeshop al que entré era de ese estilo. Estaba en otra ciudad neerlandesa, visitando a las hermanitas P. y A. Pues resulta que a su amigo A2 le habían contado que la malteada en cierto coffeeshop era "mejor que las del Corral", en términos bogotanos de clase media-alta. No le pregunté quién le había contado ni si sospechaba que ese gusto debía tener como origen el monchis. El caso es que P. y A. nunca habían probado la marihuana: tampoco lo hicieron ese día. Fuimos al coffeeshop, pedimos como si estuviéramos en un diner gringo (las malteadas y hamburguesas) y charlamos un rato. Las malteadas y las hamburguesas estaban bien, pero nada espectacular, lo que reforzó mis sospechas de la relación entre calidad de la comida y calidad de la traba. Olía un poco a marihuana, pero no mucho; en una mesa jugaban parqués mientras consumían su cacho. Es extraña esa sensación cuando hay verdadera libertad.

Pero, en realidad, la libertad no es total. Otra amiga, J., fue por primera vez a un coffeeshop. Supongo que por asociación mental o quizás debido a los nervios que dan cuando te confrontas con una libertad y una conciencia ligeramente represora, quería tomar una cerveza antes de emprender su viaje de humo y risa. Así que, claro, pidió una cerveza. No es esperaba el regaño que se venía: en los coffeeshops no se vende alcohol (lo que, creo explica en parte su nombre: no venden alcohol sino café. Aunque acá los lugares llamados "café" son bares... no entiendo este país). Otra extraña sensación, esa de enfrentarse con una verdadera regulación: fuma pero no tomes a la vez, toma pero no fumes.

Esta política no es enteramente del acuerdo de todos pero tampoco hay mayores problemas. Ace poco, sin embargo, creo haber entendido que prohibieron vender hongos, pero como no sé leer holandés, me puedo haber inventado todo. He visto coffeeshops sórdidos y otros bonitos, hay atención personalizada, juegos de mesa, lugares para turistas, otros para estudiantes, algunos más lóbregos para gente de clase social más baja. Y nadie pelea. Es lindo.

jueves, 18 de junio de 2009

Sachsenhausen 3

Y todo ello queda en la vida, en el presente, en los recuerdos que luchan contra el lento olvido.

(Si se tratara de una metáfora, ya no sé si la llovizna sobre Sachsenhausen son los recuerdos que se niegan a dejar secarse la sangre en el suelo o si las gotas son los intentos de negar, de minimizar, de relativizar, de explicar)

Rosas de recuerdo a prisioneros políticos, a judíos, a miembros de la resistencia de muchos países que fueron encerrados en la cárcel del campo y allí murieron.













Visitas guiadas para no olvidar, con banderas de Israel, donde la política de Estado parece ser olvidar, no perdonar y no aprender. Convertirse en racistas hijueputas contra otro pueblo. Menos mal allá también hay divergencias políticas y resistencia.

Estatuas, velas, monumentos, placas que recuerdan.

Y el recuerdo más grande y más vivo de todos: Sachsenhausen.

>Sachsenhausen 2<

Era un campo de concentración y no de exterminio.
Era un campo de trabajo forzado y no de exterminio.
Era un campo de trabajo esclavo para las industrias de las SS y no de exterminio.

Y, sin embargo, hay testimonios de una pequeña cámara de gas, de un lugar construido expresamente para asesinar fácilamente, de hornos crematorios. Testimonios orales y escritos. Lo más asqueroso para el visitante, lo más espeluznante, son los restos físicos.

De los hornos.











De las paredes.











Ladrillos torcidos, ruinas como de ciudad antigua, paredes hundidas, grietas en el piso.



Eso fue todo lo que quedo de la soberbia de ustedes, racistas hijueputas.

martes, 16 de junio de 2009

Bloomsday

(Work
in
progress)

Leiden, Nederlands
fuente: www.let.rug.nl/.../images/blaeu/leiden.jpe

Cicla, cicla, bicicleta.

Se trata de salir de la casa en búsqueda de una bicicleta, porque andar sin ella es mostrarse extranjero. Y nadie quiere ser extranjero. No de esa manera.

Así que camino a paso rápido, rescato la bicicleta de C. (ayer lo había intentado pero, cosas que pasan, me llevé la llave del candado que no era) y regreso en ella, sintiéndome como un verdadero neerlandés. Es más elegante que la mía, voy sentado leyendo letreros de sentido incierto e intentando esquivar todos los desniveles. Vale la pena.

Después de tratar de entener un formulario en alemán, cambio a mi bicicleta y voy a la biblioteca a recoger libros y ver a A. Salimos caminando, ahora como un local que brinda hospitalidad a un extranerjo: el solo, yo con mi bici. Soy el rey de Leiden, el staathouder, alguien que sabe qué ocurre. Bueno, aunque al pedir las cervezas sea A. quien hable en el idioma local y yo en la linga franca.

Más bici, con C., a imprimir lecturas, llamar al D. con datos de unos compus, leer anuncios de habitaciones para tantos que buscan (A., R., otra A., quizás N. y N.) y de vuelta a las dos ruedas. La elegante de C. está empezando a molestar; no sé si es un piñón o la cadena. La mía, de holandés rechazado o rebelde, anda bien pero suda a extranjero. No sirve.

domingo, 14 de junio de 2009

Sachsenhausen 1


Después de la perplejidad viene la acción. Así que, con la nueva información del pasado familiar, con el enorme respaldo de C. y con más familia a bordo, decidimos ir a conocer un campo de concentración. Uno. Alguno. Comoe ra lo punico posible, fuimos al más cercano a Berlín: a menos de una hora en el tren de cercanías,a las afueras de un pueblito llamado Oranienburg. A la vista de los vecinos. Las indicaciones decían que fue un campo de concentración y no de exterminio. También resaltaban que era un campo pequeño.

Hay muchas cosas por decir, pero lo que me impactó fue su tamaño. Es absolutamente inmenso, y eso que una buena parte de lo que fue el campo (con barracones militares, fábirca y dársenas propias, jardines y campos de práctica para los SS y demás) ya desapareció. Pero caminamos y caminamos tras las huellas de cientos de miles de comunistas, judíos, homosexuales, socialistas, testigos de jehová, romaníes, prisioneros soviéticos. Cientos de miles de diferentes. Cifras que suenan vacías y que no logro meter en mi cabeza; pero las dimensiones del campo, el cansancio al caminarlo como turista, la insistente llovizna y, sobre todo, la sensación de desolación, dejan una impresión sobrecogedora pese a que creo que no son sino una huella de polvo sobre la superficie de lo que allí pasó.

Y Sachsenhausen es un campo pequeño.

domingo, 7 de junio de 2009

Mein Berlin

Berlín. Memoria. Pasado.





Mucho silencio ha escondido lo que pasó con una parte de mi familia, la que me ata a lugares que no conozco, a cosutmbres e ideas que no entiendo. Es una parte de mi pasado que se filtra por algunas grietas y nos hace,a mi y a mi familia, ligeramente distintos. Grietas como las que hay en el memorial a los judíos muertos en europa, en Berlín.







Dora Lewin nee Fabian was born in 1892. Prior to WWII she lived in Berlin, Germany. Dora perished in Riga, Latvia.

Dora Lewin nee Fabian was born in Wriezen in 1892. Prior to WWII she lived in Berlin, Germany. During the war she was deported with Transport from Berlin to Riga on 27/11/1941. Dora perished in the Shoah.





Son voces rotas, recortes de prensa, alguna flor olvidada en un libro. Hilachas de una memoria resquebrajada.


¿Cuántas pertenecerán a ese pasado?


¿A qué pasado pertenece mi memoria?

miércoles, 3 de junio de 2009

Descansando


Un colombiano pedestre en la capital europea. Calles con nombres en dos idiomas. Tranvías que compien con buses. Alquiler de bicicletas. Familia, amigos y cientos de miles de desconocidos. Largas tardes de sol.



Recuerdo una vieja palabra: todo es estupendo.

lunes, 25 de mayo de 2009

Lo internacional de la farándula internacional

Leiden, otra ciudad perdida en la falible memoria de dios, aún en mayo de 2009. Sede de la más antigua universidad holandesa (como siempre anuncian oficialmente, a ver qué desprevenido confunde edad con sabiduría), hoy escenario de una visita de Estado. Por vueltas y azares termino sentado en un gran salón, sofocado por la humedad y la temperatura relativamente alta, encorbatado como desde la oficina no andaba. A mi lado, una pareja de amigos chilenos, el D. y la C. Al otro lado, una holandesa amante de Bolivia, E. El motivo: la Bachelet viene a firmar unos memorandos de entendimiento para intercambios educativos.

Esta vez todo estaba un poco más preparado. Yo ya sabía que quizás tendría que hacerle una pregunta, mi compañera y amiga Ch. estaba lista para darle unas flores... a la mismísima Bea, reina de los Países Bajos, descendiente de una larga lista de monarcas. Sentado en una banca, pasaba el tiempo lentamente mientras ingresaban a cuentagotas otros lagartos, chilenos de variada especie, miembros de la prensa y demás fauna propia de estos eventos. Adelante había unas cincuenta sillas desocupadas, reservadas para los invitados realmente importantes, no para chismosos y lagartos. O estudiantes de posgrado en busca de figuración.

Vinieron luego los esperados discursos del Rector Magnificus de la U (La C. decía que para saber si es magnífico habría que preguntarle a la esposa. Claro, ella es la esposa del D., así que sabe de lo que habla), del ministro de educación de los Países Bajos y de la Bachelet. Mucha defensa de la socialdemocracia (¿"maestro"?), muchas cifras y visiones bienpensantes de América Latina y los objetivos del Milenio, un inglés aceptable aunque haya tenido que pedir ayuda para decir remesas. Luego, lo terrorífico: preguntas del público. He de aceptar que tragué saliva más de una vez y me hice el pendejo al principio, pero al final levanté la mano, fui elegido y balbucié algo. Pido disculpas por la lagarteada y por lo zonzo de la pregunta, pero lo hice.

Cuando pensaba que ya había pasado lo peor y salía, por fin, del sofocante salón, pasó lo inesperado. Una señal, una puerta que se nos abría a la C. el D. y este lagarto y "vengan, los estudiantes chilenos" a saluda a la presidente (o presidenta). Así que acá me tienen, saludando a la Bachelet, después de que el D. le hubiera dado un abrazo que ni a su mamá el día del grado. La C. se tomó foto con Máxima, yo saludé a la reina y, mientras E. la conversaba, intentaba seguir una conversación en el ininteligible neerlandés. Eso si, con una sonrisa y tratando de pescar cuanto canapé pasaba por nuestro lado.

Hace unos días decía que afuera se conoce gente de la farándula colombiana. Corrijo: en los Países Bajos se conoce farándula internacional, incluyendo ocasionalmente la de eso que Juanes llamaba "la tierra en que naciste" (y decía que la tenías que amar. Sin comentarios). Supongo que se debe a lo pequeño del país y lo apretados que viven, o quizás a que tiene una reina que, por lo visto, ni da discursos ni dice cosas inteligentes (hablaba de que el español de España lo entiende, pero sólo si lo hablan lento, y de que sus hijos hablan en español delante de ella cuando no quiere que se entere de lo que dicen. Cualquier madre de clase media con hijos que mastiquen inglés la entiende). Lo que me intriga es qué más me tendrá deparado el destino. Mañana salgo para Béligca y espero conocer, no sé, a... al rey o a... bueno, a esas celebridades belgas que ni nombro de lo famosas que son.

sábado, 23 de mayo de 2009

Ciencia política a la colombiana

Nos crearon un nuevo modelo de estado, supuestamente superior al Estado de Derecho. Nos lo creó Uribe. Y sí, no dudo que así vive él - y viven los que creen que él es un mesías.

Yo sólo digo que no es nuevo: es más viejo que Mussolini. Pobre la siempre pobre "politicología"

martes, 19 de mayo de 2009

Yo y la bicicleta



Sí, aprendí a montar bicicleta a los 29 años. Antes sabía sin saberlo, pero acá fue obligatorio. Aproveché que las circunstancias me forzaban y que nadie miraba. Me prestaron una bicicleta una noche de domingo, tarde, apra volver al centro desde la casa de unos amigos. P. me acompañó unos 200 metros y luego siguuió su camino. Me tardó como 45 minutos andar un par de kilómetros, pero llegué vivo. (Por eso el poster: We can do it)

Compré esa bicicleta, mi bicicleta. No es una stadfiets, una bicicleta urbana de las que suelen usar acá. Es una bicicleta de montaña a la que solo medio le sirven los cambios. La ventaja es que me costó muy poco y que acá tienen poco emrcado, así que normalmente no se las roban. Es una bicicleta normalita, que me sirve perfecto, aunque cuando salgo con C. siempre me deja sin aliento, porque mi bicicleta de monataña exige pedalear más apra andar lo mismo. Así que C. va tranquila y yo voy con el corazón en la lengua. Pero bueno, mi estado físico debe mejorar algo con eso, opino yo.

Luego duré un par de semanas saliendo por las noches. Primero unos 200 metros, luego vueltas más alrgas, a calles un poco más grandes. Me atreví a salir un día, fui a la Universidad... y ya está. Nunca seré el mejor pero puedo andar con una mano suelta sin problemas.

Paseamos toda una tarde con C. por campos llenos de tulipanes. En bici. Y sobreviví.

Soy uno más. Qué bien se siente, a veces, integrarse. Por lo menos en parte.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Lo criollo de la farándula criolla

Utrecht, ciudad perdida en la falible memoria de dios, en mayo de 2009. Festival latinoamericano de cine, porque somos más impeortantes de lo que creemos. Una noche con varios amigos. A lo lejos una silueta familiar: Óscar Borda (¿será con tilde? le tengo que preguntar), actor colombiano, celebridad local. La farándula criolla.

M. decidió ir a tomarse una foto con él o quizás a pedirle un autógrafo. Luego algún otro, creo que R., decidió preguntarle si quería una cerveza. Luego él, el mismísmo Óscar Borda, Ignacio Solaz en Azúcar, XXX en Café (famosa hasta en la República Checa), el sargento algo en Hombres de Honor, Rocky Paris en Perro Amor, Eusebio Benítez en Perro come Perro y uno de los incluídos en la primera edición de "los más bellos" de Tv y Novelas junto con otros personajes como Xiomy, Aura Crtisina Geithner y David Guerrero (¿quién?); él, repito, nos dijo que nos sentáramos. Una cosa llevó a la otra y, al final, depsués de otras tantas cervezas y varios bailes que M. nunca olvidará, terminamos en la foto de rigor.

Ni creer que somos los únicos (no es plural mayestático a lo José Obdulio, me refiero a mis compañeros de encuentro) que tenemos fotos al azar con Óscar Borda (bueno, esta no sé si sea tan al azar) ni que nadie lo pueda conseguir en el ahora omnipresente facebook. Lo que me sorprendió fue la facilidad para conocer a un miembro de alrga data de la farándula criolla, así, como si nada, en la calle. No porque el tipos ea mala clase en Colombia, sino porque acá, donde nadie lo conoce, todos somos amigos más fácil.

El punto es que al vivir afuera se conocen personas (y lugares, ideas, emociones, canciones...) de Colombia que estando allá son más difíciles de ver. Afuera no es tan afuera como uno creería, adentro es estar adentro de más cosas de lo que uno cree. Total, si quieren conocer a Osquitar no es sino que me pregunten: ahora somos amigos.

jueves, 7 de mayo de 2009

Carnavales y católicos

Los que me conocen saben que hago preguntas molestas, de niño de tres años. Desde que llegué acá me inquieta una ¿Por qué no todos los que hablan holandés/flamenco forman parte del Reino de los Países Bajos? ¿Por qué los flamencos están con los Walones en eso que llaman, por ahora, Bélgica? Supongo que es pura ignorancia, pero ni idea.

Me dieron una primera respuesta: los belgas (walones o flamencos) son católicos y los holandeses son una de las naciones más protestantes que existen. Son calvinistas, trabajadores, comerciantes, descreídos. Liberales hasta legalizar la marihuana, luchar por décadas contra los católicos españoles e indepedientes desde hace siglos. Así que, ya en el siglo XIX, era apenas natural que no les funcionara la convivencia con la gente más católica de Amberes, de Gante, de Brujas. Buen argumento.

Hasta que llega febrero y me dicen que hay carnavales ¿Carnavales? Sí, pero en el sur, que es católico. Poruq, claro, el catolicismo no deja a los sacerdotes tener familias pero sí permite que, por unos días, la lujuria y el desenfreno se apoderen de todos. Así que nada, hubo que ir al caarnaval en el sur, a ver y conocer. Mucho disfraz y mucho frío, cerveza y poco sabor. La idea de que carnaval es el de Barranquilla (o el de Río, o el de Riosucio, por solo mencionar algunos) está tatuada, y acá son borrachos insípidos. Holandeses, mejor dicho.

Pero, para mi débil salud mental, eso no es lo grave: si hay holandeses católicos ¿quién me explica lo de los Países Bajos y los flamencos belgas?

miércoles, 6 de mayo de 2009

Uribe visto desde acá

No quería escribir de política, pero no puedo dejar de recomendar este extracto de una entrevista de BBC a Uribe. Habla por si sola

viernes, 1 de mayo de 2009

Día de la Reina


Los holandeses son gente rara: el día del trabajo trabajan, pero el día anterior tiene su fiesta nacional. Que no es ni la celebración de la independencia de los Habsuburgo españoles ni de la victoria en la Copa de Europa en 1988, sino el cumpleaños de la Riena. para más confusión, los que promovieron la celebración fueron los liberales a finales del siglo XIX, tratando de promover la "unión nacional". Lindo caso para historiadores: liberales nacionalistas monárquicos.

Total que ayer fue el Día de la Reina. Pero como los holandeses son eso, holandeses (aunque en realidad son neerlandeses, pero eso es otro tema), el Día de la Reina hay fiesta y comercio. Sin comercio no son ellos. El gran regalo de la reina ese día es no cobrar impuestos a las ventas, por lo que vender en als calles es libre. La gente sale y vende lo que se le ocurre, desde trastos viejos hasta electrodomésticos chinos, como si fuera un sanandresito. Porque eso es lo que más les gusta a los holandeses: ganar plata y tomar cerveza al tiempo. Todo un Olimpo en un país en el que las montañas no pasan de 400 metros de altura.

Y, además, la gente sale vestida de naranja, el color de la casa real holandesa y con algunos detalles alusivos a la reina. Hay fiestas gratis en muchos lugares (ayer nos tocó ver a DJ Tiësto, que es bastante flojo a mi parecer - es un verdadero tiesto) y desde la noche de antes, a la que le dicen noche de la reina, la fiesta se toma el país. Y ellos se toman la cerveza - recordando a Mocuks, acá todos toman. Bueno, excepto el personaje oscuro que ayer intentó atacar el bus de la reina en Appeldoorn, el lugar al que iba a saludar a sus súbditos este año, y que terminó matando a cinco personas e hiriendo a otras doce o así. Locos hay en todas partes, tomen o no tomen.

Bueno, así que fui con C., con C.E. que vino desde Utrecht a vivir estas fiestas, con J. e I., con R... con todos los amigos que querían participar. Y la gozamos vestidos de naranja, tomando cerveza en las calles, haciendo poses ridículas para fotos que nadie va a publicar - excepto esta que me atrevo a publicar yo solito. La gente caminaba de un lado a otro, paseaba en barquitos por los canales de Amsterdam, se movía con sus torpeza característica al ritmo de esa nueva música popular holandesa: la de DJ Tiësto y su corte de amiguqetes flojos apra bailar, como Pual van Dijk y Armin van Buuren.

Hoy cnasancio, dejadez y felicidad dpor haber vivido el Día de la Reina y por no volverlo a vivir.

martes, 28 de abril de 2009

Simple presentación

Son las 6.37 de la tarde, no hace ni frío ni calor y llevo horas sentado frente al computador. Leo y tomo notas, juego, navego en internet. Decido que quiero escribir otras cosas, que no todo puede ser pensar en la tesis y lo que acá llaman papers, así, "peipers" en holandés, español o cualquier idioma. Trabajos, le diría yo. Total, que quiero escribir otras cosas.

Y bueno, me acuerdo de mi viejo blog, el que hace unos 3 años dejé botado y que nunca recuperé realmente. De hecho, traté de recuperarlo pero no tengo ni idea cómo hacer. Por ahí me quedan algunos amigos bloggers de esa época, que quizás me puedan ayudar con eso. Ahora les preguntaré. Pero, la verdad, la idea ahora es otra. En este blog, en esta temporada, en lo que sea, me gustaría escribir más sencillito, más plano, más al punto. Quiero, además, escribir sencillamente de mi vida: contarla y compartirla. Y ya.

¿La razón? Vivo lejos del lugar que considero mi casa, como tantas otras personas, y esa distancia se traduce en deseos de comunicarme con esa gente que considero "los míos". Así que, por facilidad y pese a los teléfonos, el mensajero y el fesibuc, esto puede ayudar. Complementar, digamos. pero, para no quedarme en simple explicación y empezar a entrar en materia, voy a hablar algo de Leiden.

Quien conozca Amsterdam podrá imaginarse una ciudad (para estándares holandeses - es más bien un pueblo grande, lindo y rico) igual pero mucho más pequeña. Canales, edificios de tres pisos, fachada de ladrillo, techo de dos aguas y ventanas rectangulares, como decía P. el otro día. Dos iglesias góticas que ya no son iglesias, muchas bicicletas por todas partes, calles adoquinadas. Un molino grande, turístico, que tiene buena vista. Además de eso, en Leiden está una universidad clásica en los Países Bajos (de hecho, la primera que se fundó acá y hay toda una leyenda al respecto), así que se ven estudiantes todo el tiempo. Ese es el escenario.

Como no quiero escribir anda enredado ni cansar, hasta acá llego hoy. Dejo un par de fotos para ilustrar la cosa y muchas ganas de que alguien inicie algún diálogo por acá.

Bienvenida

Hoy, 28 de abril de 2009, creo un blog. Blog con objetivo, no como el otro: blog para mostrar mi vida en Leiden y las tonterías que acá ocurren. Algo así como un diario abierto. Algo así, dije. No sé. Ya veremos.

En todo caso, en un rato se viene la primera entrada en serio.